Disimularte cada amanecer de septiembre
es aparentar que no sucedes en el centro exacto de la vida,
que nunca has sido tú,
que nunca fue tu rostro en la ventana
y que no eres
el segundo en que la luz mata las sombras,
que nunca fue tu rostro en la ventana
y que no eres
el segundo en que la luz mata las sombras,
que jamás supe tu nombre, tu ciudad de origen y
ningún dato real de tu existencia,
que no conocí tus labios de agua
ningún dato real de tu existencia,
que no conocí tus labios de agua
ni el sabor azul de la inmensa geografía de tu cuerpo.
aunque nada cambie,
aunque el viento ahora lleve
la ciudad sumergida que está dentro de nosotros
aunque nada cambie,
aunque el viento ahora lleve
la ciudad sumergida que está dentro de nosotros
y diga que estás siendo favorecida por las estrellas.
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