Ámame ahora o dentro de cien años
debajo de la tierra, aquí, en el reino donde mi corona
no es más que el elástico de tu tanga negro
y soy incluso menos que la muerte,
y no existo ni siquiera dentro de mi propio cadáver,
y no amo sino a todo lo que existe y no ha nacido todavía,
donde lo único que me separa de tu vientre es
el pensamiento de cogerte las manos y de vivir a tu lado
el resto de la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario